La terapia craneosacral es una técnica manual suave y no invasiva que trabaja con el sistema nervioso central, buscando liberar tensiones profundas que el cuerpo ha ido acumulando con el tiempo. A través de un contacto sutil, el terapeuta escucha el movimiento rítmico del líquido cefalorraquídeo y facilita que el cuerpo recupere su equilibrio natural.
Durante una sesión, la persona se tumba en una camilla, vestida y en un ambiente tranquilo. El terapeuta realiza suaves toques, principalmente en la cabeza, el sacro y otras zonas clave, invitando al cuerpo a soltar bloqueos físicos y emocionales que pueden estar afectando su bienestar.
Es una terapia ideal para personas que viven con estrés, ansiedad, migrañas, dolores musculares, trastornos del sueño o incluso después de traumatismos físicos o emocionales. También es muy recomendable en procesos de duelo o cuando simplemente sentimos que “algo no está bien” pero no sabemos ponerle nombre.
La terapia craneosacral no impone nada, sino que acompaña. Es una invitación a escuchar lo que el cuerpo tiene que decir y permitirle reorganizarse desde la calma.
